Customización de camisetas

La camiseta, ¿prenda de vestir o fenómeno sociológico? Hace poco más de 80 años, cualquiera de estas alternativas habría parecido una incongruencia. ¿Quién en su sano juicio se atrevería a salir a la calle en paños menores o, lo que es aún peor, a emplear la ropa interior para hacer pública una opinión? Desde su creación y hasta bien entrados los años 50, las camisetas han formado parte del atuendo interior masculino y se han usado sobre todo para abrigarse contra el frío o impedir que las manchas de sudor traspasaran a la ropa. 

Mentiríamos si dijésemos que ya nadie las emplea con esos fines, pero lo cierto es que desde los años 60 no han dejado de salirle nuevas aplicaciones, a cual más ingeniosa; la década del amor libre la empleó como principal objeto de denuncia junto con las banderas y las pancartas, los 70 como soporte publicitario, los 80 para ensalzar a los líderes, ya fueran de rock, de fútbol o políticos..., los 90 como icono de moda y en 2000 gracias a la customización, como lienzo.


Ya nadie se sorprende si aparece alguien en un evento con una camiseta, pero no ocurría lo mismo hace cinco años. Este giro en la mentalidad de los ciudadanos de medio mundo se lo debemos en parte al star system norteamericano y, por supuesto, al diseñador catalán Custodio Dalmau (Custo Barcelona), quien fue capaz de inventar cuando estaba todo inventado.Sus coloristas y divertidas camisetas dieron la vuelta al mundo tras su exitoso estreno en la Fashion Week de Nueva York en 1997.Hoy por hoy nadie concibe un verano sin ellas, los más jóvenes confiesan que es su único atuendo, son cómodas, fresquitas y baratas, aunque siempre hay excepciones. Sobre todo si nos dejamos caer por ciertas tiendas de la capital estratégicamente repartidas por el barrio de Salamanca, donde ninguna baja de los 100 euros (ahora que estamos en plenas rebajas se pueden conseguir un 40% más baratas). 

Excepciones aparte, la gran mayoría confiesa gastarse una media de 30 euros en cada camiseta, pudiendo subir hasta los 90 si la prenda en cuestión lo mereciera, es decir, que fuera de marca; Custo, Miss Sixty... o rabiosamente bonita. Hay dos tipos de camisetas que arrasan esta temporada, las reivindicativas al más puro estilo Woodstock, con mensajes que rezan un rotundo «NO a la guerra» o ponen de manifiesto algún oscuro e inconfesable deseo tipo «Quiero ser una estrella del porno», y las deportivas.Estas últimas pueden ser extra large, como las de tipo hockey o baloncesto, o más sutiles, con alusiones al mundo del deporte por el tipo de tejido, el colorido o los estampados: logos, rayas, números... 

Conseguir una de estas camisetas es más sencillo de lo que parece, no hay como darse una vuelta por El Mercado de Fuencarral y aledaños para hacerse en una sola tarde con el surtido más alternativo y original. Quick Silver, Levi's, Diesel o Gas son algunas de las tiendas que no hay que perderse si se busca el binomio comodidad y diseño. Más exclusivas y también más caras son las de Custo, que ha estrenado tienda en el barrio, o las de Fornarina, que se pueden encontrar en Doble Aa o en No Comment.

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